domingo, 23 de octubre de 2011

No one

Me dijo la luna que te cansaste
te cansaste de la brisa y del olor del rosal muriente.
Ellos discuten, toman baños de vapores tóxicos, se pudren, nos pudren, se vuelven tóxicos.
Por Lavalle e Iturraspe, un lunes, encontré a una chica llorando frente a una farmacia cerrada, sus ojos en el fondo de dos grandes cuencas y un hilo de lágrimas en cada mejilla blanca.
Por Lavalle e Iturraspe, un jueves, me encontré solo en la noche y en esa esquina, mis ojos se fueron al fondo de mis cuencas y un hilo de lágrimas se escurrió en cada una de mis mejillas.
La farmacia estaba, ese día, también cerrada, caminé rápido, pero al igual que la chica, ya me habían intoxicado

1 comentario:

Los poemas de amor son una mierda.

La amo cuando se sienta frente al piano, la amo cuando apoya su cabeza en mis hombros y con su respiración marca el tiempo con el que sonrío...