viernes, 9 de noviembre de 2012

Doomy


Do her a favor.
Emplace her on the risk of devotion,
in the fall of pleasure,
over any concentration of joyness
across the desconcentration of sadness
in the middle of sadism,
on the top,
near heaven,
near sky,
near hell.

Revolutionize him.
Mutilate him in name of patriotism,
crucify in name of Judas,
in name of Robespierre,
comune, community, in communism common.

3 comentarios:

  1. Hola J., cómo andás?
    soy un primo lejano de Martín M. Él me recomendó tu blog y como soy aficionado a estas cosas me pegué concienzudamente una vuelta.
    No soy un militante activo en ninguna agrupación de ninguna especie y por lo tanto se me pasan de largo muchísimas cosas (opiniones, terminología, etc) de la realidad política y de lo que escribís. Se me hace que en este poema también hay algo que podría entender y no entiendo.
    Igual, escribo mi apreciación esperando que no te ofenda su simpleza:
    el sonido en el idioma inglés, a veces, es mucho más filoso y penetrante, como si con las mismas palabras pudieras decir muchas más cosas, como una bomba que se detona. La forma del poema es contundente. Sobre todo el último verso. Una crítica más que ingenua.
    Me suscribo y me mantengo al tanto. Un saludo.
    Patricio

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    Respuestas
    1. Hola, gracias por la crítica, no ofende para nada, la verdad que esto de escribir me lo tomo bastante ligero, lo mio va más por la crítica literaria, por ende, es bastante difícil escaparme de las categorías y de las teorías aún cuando trato de escribir a la ligera. Ese último verso no sale sino de las ideas de Blanchot, al tipo le encantaba la ductilidad de las palabras, al fin y al cabo, las palabras se inventan para organizar el caos, diferenciar, catalogar, etc. pero cuando la palabra queda reducida a la raíz lo que hay es una potencia de significantes, por lo tanto queda al descubierto el caos, en este caso del "communism". Nietzche y Foucault hablan bastante sobre el caos, sobre todo Michelle en "La verdad y las formas jurídicas". Hoy no ando con demasiado tiempo por temas de cursado, pero vi algo en tu blog sobre Derrida, ¡dejaré mis comentarios!

      Vuelvo a agradecer por la crítica. ¡Saludos!

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    2. Las cosas de la vida: vos me respondiste media hora después mi comentario y yo lo vi dos meses más tarde. Pero bueno, fiel al dicho "más vale tarde, etc." acá estoy para acusar recibo del feedback.
      Todos los nombres que mencionás son personas que últimamente tengo presentes casi constantemente. Yo estudio Letras (¿me arriesgo a pensar que vos también?) y estoy en esa parte de la carrera donde uno entra a encariñarse con los pensadores contemporáneos. Ese cariño del que recién los está conociendo. Un par de entradas de mi blog hablan de eso: la que viste sobre Derrida, sí, y un par más sobre Deleuze y Barthes.
      La propuesta de estos tipos me parece muy interesante. Y releyendo tu poema a la luz de tu comentario, me parece cazar algo más: la idea de que el lenguaje nunca va a dejar de significar: así sea para mutilarlo en el nombre del patriotismo, crucificarlo en el nombre de Judas.
      Blanchot es un tipo que me gustó mucho cuando lo leí. Pincha agujeros en el texto, oye el murmullo subyacente, mete el agua en el Titanic. Nietzsche y Foucault son tipos tan discutidos que por ahora prefiero decir que leí muy poco sobre ellos.
      Derrida es mi filósofo favorito. No lo puedo ignorar cuando pienso, ni menos cuando escribo.
      ¡Saludos, Jonatan! Te sigo en Twitter, por ahí estamos más en contacto.

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Los poemas de amor son una mierda.

La amo cuando se sienta frente al piano, la amo cuando apoya su cabeza en mis hombros y con su respiración marca el tiempo con el que sonrío...