Esas palabritas que me contás
que me decís
caen como plumitas de pollitos, amarillas entre lo rojo sanguíneo y el verde inmaduro
yo te miro de abajo, tanto que parezco un chico.
Pienso cuando te miro mudo:
vas a matarme con un disparo de algodón de azúcar proveniente de tu boca.
miércoles, 22 de mayo de 2013
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